Espinacas con carne picada con toque oriental (mañana de cocinillas)
Esta semana planeando las recetas que iba a hacer y las comidas que iba a preparar decidí que me apetecía compartir una mañana de cocinillas con mi padre, que tanto me ha apoyado con este proyecto, mi maestro de cocina y de fotografía, que tantas cosas me enseña y nos pusimos manos a la obra con estas espinacas con carne.
Es un verdadero placer pasar tiempo juntos, compartiendo aficiones, COCINAR Y COMER, jaja menos mal que nos cuidamos bien la alimentación y preparamos platos sanos la mayoría de veces.
Y de esta divertida reunión salió una receta sencilla, sana y riquísima, espero que la disfrutéis.
Ingredientes para las espinacas con carne:
- 1/2 kg de carne picada
- 900 gr de espinacas (son aproximadamente 3 paquetes de hojas de espinacas frescas de las que venden en los supermercados)
- 2 Cebollas grandes
- 1 y 1/2 cucharitas de café de sésamo (que tostaremos)
- 1 cucharada sopera de azúcar
- 2 o 3 cucharadas de salsa de soja (yo lo echo a ojo, varia en función del gusto)
- 1 o 2 dientes de ajo
- 1 o 2 guindillas (como siempre os digo es optativo)
- Agua y sal para hervir las espinacas
Preparación:
Si las espinacas son frescas, eliminaremos los tallos de las espinacas, y ya sean frescas o no lavamos cuidadosamente y las metemos en una olla con abundante agua salada hirviendo. Esperar que el agua retome la ebullición y dejarlas sólo de 1 a 3 minutos (“blanqueo”), revolviendo un par de veces para que se hagan todas por igual. Las colamos y enfriamos dejando caer sobre ellas el agua del grifo para que no pierdan color, y las dejamos escurrir muy bien (para escurrirlas bien aplastar con una espumadera) y cortar en tiras.
Aquí aprovechamos y ponemos una sartén antiadherente pequeña (yo utilizo la de los huevos fritos) al fuego y calentamos sin aceite, ponemos el sésamo (o ajonjolí) a tostar sin parar de remover con una palita de madera o haciendo movimientos circulares con la sartén, hasta que estén doraditas y apartamos del fuego.
En una sartén amplia (yo suelo utilizar uno parecido a un wok que tengo), lo suficiente para remover con comodidad y sin que se nos salga todo el tiempo, podremos a rehogar el ajo y las cebollas bien picadas, cuando empiecen a dorarse le añadimos la o las guindillas y la carne picada, revolviendo, dorando y deshaciendo los grumos para que la carne quede bien desmigada. Cuando la tengamos dorada al gusto, añadiremos el azúcar y la soja.
Mezclar todo muy bien y cuando el líquido se haya integrado en la masa, añadimos las espinacas y de nuevo removemos muy bien para conseguir una mezcla homogénea. Lo rehogamos unos minutos y cuando este le ponemos por encima el sésamo tostado.
Observaciones y consejos:
Las cantidades de espinacas y carne dependen del gusto de cada persona, los poco carnívoros preferirán mas verdura que carne y los poco aficionados a la verdura al revés. Incluso los vegetarianos la podéis hacer sin la carne y os quedarán unas espinacas rehogadas con un gustito buenísimo.
Con las guindillas pasa algo parecido es muy personal, en mi familia a mis padres, hermanos, y a Rober y a mí nos encanta, y solemos aumentar las dosis.
Por la tradición orientalista de mi familia, que ya os iré contando, me encanta la salsa de soja y la empleo en muchos platos. Constituye un ingrediente tan fantástico que merece la pena cuidar su calidad. Por favor, mi consejo es que no compréis salsa de soja de marcas europeas, pueden saber de modo espantoso, sin nada que ver con el original . Las marcas japonesas suelen ofrecer, como es lógico mayor calidad. Yo recomiendo la soja Kikkoman clásica, que suele venderse en muchísimos supermercados, de hecho yo a veces lo compro en oferta de 3×2, porque tiene una larga caducidad y en mi casa la utilizamos muy a menudo.
Cuando se utilice salsa de soja en un guiso, como os he explicado en otras recetas, se debe tener especial cuidado si quieres añadir sal, porque esta salsa ya contiene mucha sal. Yo normalmente si utilizo soja, no le pongo sal a las recetas, y en este caso sólo le pondremos al agua para hervir las espinacas.