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Puré de guisantes secos ¿Lo has probado alguna vez?

Puré de guisantes secos

¿Frío? Pues aquí no tenemos problemas, tenemos la receta vegetariana perfecta para calentar el cuerpo estos días, un delicioso puré de guisantes secos con espinacas, maíz y patata. Es una receta super sencilla de preparar, y que tiene un sabor muy especial, probadla porque creo que os va a sorprender.

Esta receta es super completa y viene de muy lejos, hace años mi padre viajó a Uganda para ver gorilas, ni mas ni menos, y allí descubrió esta receta, ellos lo llaman IRIO, y la única diferencia es que allí la utilizan mas como acompañamiento tipo puré de patatas, nosotros lo hemos convertido en un plato caliente mas tipo «crema», pero esto es una elección, podéis utilizarlo de las dos maneras, añadiendo o quitando un poco de caldo.

Me encanta poder traeros recetas con historia, recetas tan viajadas…

Ingredientes para el puré de guisantes secos:

Yo esta vez hice mas cantidad, aproximadamente el doble, pero os doy la proporción para un buen puré.

  • 250 gr de guisantes secos (enteros o partidos)
  • 500 gr espinacas
  • 500 gr maíz
  • 2 patatas medianas
  • sal y pimienta al gusto

Los guisantes secos los podéis encontrar enteros y es mas habitual encontrarlos partidos a la mitad, en tiendas de legumbres, tiendas latinas y también en algunos supermercados como eroski.

Preparación del irio o puré de guisantes secos:

  1. Lo primero como con todas las legumbres es poner a remojar los guisantes secos la noche anterior.remojando los guisantes
  2. Al día siguiente ya lo puedes empezar a preparar, y es super sencillo, escurre y enjuaga un poco los guisantes, y ponlos en la olla, añade el maíz también lavado y escurrido, y las patatas peladas y en trozos, cubre de agua al ras, con sal, y pon a hervir. La cocción es un poco lenta porque el guisante seco es durito, así que necesitará aproximadamente 1 hora de cocción o mas. Como es un puré bastante espeso no creo que te haga falta mas, pero si fuera necesario puedes añadir un poco mas de agua caliente, si vieras que durante la cocción esta escaso de líquido. A partir de los primeros 40-50 minutos puedes ir revisando la dureza de los guisantes.Comprobando la cocción del guisante
  3. Cuando veas que ya están los guisantes blanditos y prácticamente listos para batir, en los últimos 5 minutos añade las espinacas, y remueve para que terminen la cocción juntos.Añadir espinacas
  4. Transcurrido el tiempo total, incluyendo el de la espinaca, probablemente no tengas casi ni que escurrir, si hiciera falta quita un poco del caldo que se ha formado para dejarlo tan espeso como te guste, y pasa la batidora bien. Verás que color verde ¡tan espectacular! no parece real, es precioso. Este es el momento de comprobar cómo está de sal y si quieres añadir pimienta recién molida. Ya solo te queda elegir cómo lo vas a acompañar, servirlo calentito y a comer.Batiendo puré de guisantes
  5. OPCIONAL, si te apetece ponerle algo por encima y añadir un extra te dejo alguna idea, para los vegetarianos, puedes añadirle un huevo duro picadito o algún fruto seco tostado y picado. Y para los carnívoros, a mi me gusta mucho, mucho, con unas virutas de jamón serrano tostaditas. Aquí hay opción para todos los gustos 😉

Espero que os haya llamado la atención y la probéis muy pronto. A mí me resulta una auténtica pasada poder aprender recetas de otras culturas, la diversidad nos hace mas sabios. Ya sabéis, podéis dejar vuestras opiniones por aquí y por nuestras redes sociales, porque me encanta saber que os parecen las recetas y que me déis ideas acerca de lo que os gustaría ver mas adelante. ¡Feliz semana!

Espinacas cremosas con jamón

espinacas cremosas con jamon primer plano

¡Hola de nuevo! Últimamente estoy muy vegetal, esta vez la receta no es vegetariana del todo pero la podéis versionar os lo digo siempre, estas espinacas cremosas con jamón son una delicia ideal para cenas ligeras o como acompañamiento para otros platos.

La idea surgió en uno esos días, que abres la nevera y te preguntas ¿Y ahora qué? ¿solo hay espinacas? lo primero que se te ocurre es la típica tortilla que me encanta pero ya estoy un poco cansada… seguí rebuscando y encontré los taquitos de jamón que siempre tengo como fondo de nevera, ¡son tan útiles! pues así y con un par de cosas mas que tenía, se me ocurrió la receta, y no es por nada pero esta buenísima, es super sencilla y tiene un punto original, que te saca de la tortilla de espinacas, las espinacas a la crema con la nata…. en fin ¡tenéis que probarla!

Para mis vegetarianos será tan fácil como eliminar el jamón serrano del plato, y también podéis alegrarlo añadiéndole de algún fruto seco como nueces, almendras o piñones, o incluso dándole un toque dulce y especial con unas pasas. Esto os vale de idea a todos.

 Ingredientes para espinacas cremosas con jamón:

  • 1 bolsa de espinacas (300-400 gr)
  • 1 cebolleta
  • 3 cucharadas soperas bien llenitas de queso de untar (yo uso el de philadelphia)
  • 1 chorrito de leche (yo he puesto sin lactosa)
  • 100-150 gr de jamón serrano en tiras o taquitos (yo lo cojo en la charcutería, que sale mucho mejor que los preparados)
  • pimienta
  • unas rebanadas de pan o picos para acompañar.

Preparación para espinacas cremosas con jamón:

Con las proporciones que os doy sería una cena para dos personas.

Como siempre lo primero es preparar las verduras, en este caso poca cosa, lavar y picar bien la cebolleta, y poner a hervir las espinacas. Como siempre os digo, me repito para los mas nuevos, poner las espinacas a hervir en agua salada 3 minutos, sacar, enfriar bajo el grifo, y escurrir muy muy pero que muy bien, para esto os recomiendo las centrifugadoras de verduras (muy útil y barato). Cuando las tengáis bien escurridas, las ponéis en la tabla y les dais unos cortes, en una dirección y otra.

Con todo preparado, ponemos una sartén con un poco de aceite de oliva virgen, y comenzamos a pochar la cebolleta, cuando empiece a ponerse transparente y ablandarse le añadís el jamón picadito, seguís rehogando a fuego medio y cuando haya empezado a tomar color, introducís las espinacas cortadas, sofreís hasta que se tiemplen de nuevo y les espolvoreáis la pimienta al gusto. NO hace falta nada de sal, es suficiente con la que han hervido las espinacas y con la que aporta al plato el jamón.

rehogando las espinacas

rehogando las espinacas

En este punto empezamos con lo que le da la cremosidad al plato, ponemos las 3 cucharadas de queso de untar y vamos mezclando hasta que se deshaga haciendo una cremita y ligándose bien con las espinacas, añadís un chorrito de leche para que se aclare un poco y no quede tan espeso, mezcláis bien hasta obtener la textura deseada y listo.

añadiendo la crema

añadiendo la crema

«Habemus» un plato facilísimo de hacer, delicioso y sano para cenas, complemento de otros platos o incluso para poner sobre las rebanadas a modo de tosta o pincho.

Espinacas cremosas con jamón

Espinacas cremosas con jamón

Espero que os haya gustado y la probéis pronto. ¡Comer bien y ser felices! 😉

Albóndigas vegetarianas de espinacas y arroz

Albóndigas vegetarianas

Hace siete años más o menos que dejé de comer carne y pescado. Desde que me fui de casa y empecé a ser yo la que hacía la compra y la comida.

Mi madre ha intentado siempre hacer comidas vegetarianas especiales para mí, y al principio, cuando no tenía todavía mucha experiencia en estos menús, compraba revistas y trasteaba por internet en busca de recetas nuevas. No sé en qué momento apareció esta receta de albóndigas vegetarianas, pero desde el primer día se convirtió en uno de mis platos favoritos ¡¡y eso que no me gustan las espinacas!! Podéis probarlas con los niños que no disfruten mucho de las verduras porque seguro que les gustan como a mí.

La cocinera hoy es mi madre, por supuesto, en este caso yo solo aporto las fotos.

Ingredientes para las albóndigas vegetarianas:

Para las albóndigas:

Para 30 – 35 albóndigas.

  • 1/2 cebolla
  • 6 pimientos del piquillo de lata
  • 1/2 vaso de arroz
  • 1 bote de espinacas en conserva (420 gr aprox.)
  • 1 paquete de lonchas de queso sin lactosa 150gr
  • 3 huevos
  • Pan rallado
  • Aceite para freirlas

Para la salsa:

  • 1/2 cebolla
  • 2 huevos
  • 12 pimientos del piquillo
  • 500 gr de tomate frito
  • 1 brick de nata 200ml

Preparación:

De las albóndigas:

Ponemos a cocer por separado los tres huevos* (dos serán para la salsa) y el arroz**.

Picamos la cebolla, el huevo cocido y los pimientos. Sofreímos la cebolla y cuando esté lista y un poco tostadita añadimos los pimientos y las espinacas, rehogamos todo junto y añadimos el huevo picado. A continuación añadimos el arroz hervido y seguimos rehogando todo. Cuando esté todo bien hecho añadimos el queso y removemos sin parar porque el queso se pega al fondo de la sartén muy fácilmante. Cuando tengamos una masa uniforme la pasamos a otro recipiente y dejamos enfriar por completo.

Cuando la masa haya enfriado empezamos a hacer las bolas y las pasamos por pan rallado para sellarlas. Por último las pasamos por huevo y las freímos en la sartén con el aceite bien caliente.

Aclaraciones:
* Los huevos tardan en estar bien cocidos 12 minutos si los introduces en el agua desde que ésta está fría.
** Para cocer el arroz se sofríe con un chorrito de aceite y a continuación se echa el doble de agua. En este caso un vaso completo. El arroz tardará unos 20 minutos en estar listo.

Pincha en las imágenes para ampliar.

De la salsa:

Trocear y rehogar la cebolla, cuando esté transparente añadimos los pimientos enteros, después los dos huevos cocidos partidos a la mitad y lo cocinamos todo junto un par de minutos más. Después se pasa a un recipiente donde se pueda batir. Se añade la nata, el tomate, y se bate todo hasta que quede una salsa fina.

Presentación y conservación:

Podéis congelar las albóndigas vegetarianas antes de freírlas y pasarlas a la sartén directamente sin descongelar cuando vayáis a consumirlas. También podéis congelar la salsa en raciones.

No mezcléis toda la salsa con las albóndigas porque se deshacen. Es mejor que pongáis la salsa en una salsera y que cada uno se sirva lo que quiera.

Buñuelos vegetarianos dos sabores «Las recetas de mamá, dos por uno»

buñuelos vegetarianos

Esta blog es algo más que un simple blog de recetas, es un blog que habla de personas, tradiciones, herencias, de la familia, del amor y de la memoria. Ésta es la primera de las recetas de mi madre que os comparto, buñuelos vegetarianos, pero no será la última. Es original y especial como casi todas y además tratamos dos recetas en una, compartiendo un día familiar de esos que te hacen evocar los mejores momentos de tu infancia.

En esta ocasión rememoramos los estupendos días en los que mis hermanos y yo nos juntamos en casa de mi madre y zampamos como si no hubiera mañana los buñuelos vegetarianos de espinacas y acelgas y los buñuelos vegetarianos de maíz y pimiento de mamá. Ojalá los tuviera más cerca para poder comer juntos más a menudo.

Ésta no es un receta difícil, pero si os llevará un tiempecito, sobre todo si hacéis las dos mezclas en un día, pero merece la pena y además quedan muy originales si tenéis visitas. Os animo porque no es tan complicado y quedan buenísimos.

Haciendo las dos recetas de buñuelos vegetarianos y acompañándolos, es una receta que da para 4-6 personas.

Ingredientes para hacer buñuelos vegetarianos:

Para la masa de acelgas y espinacas:

  • 400 gr espinacas (podéis poner los 800 gr solo de espinaca o solo de acelga si preferís)
  • 400 gr acelgas (en esta receta las dos son de bolsa)
  • 2 huevos
  • 200 gr de harina aproximadamente (es como 1 vaso y 1/4)
  • 50 ml leche sin lactosa
  • 1 cucharita de postre de nuez moscada
  • 1 cucharita de postre de pimienta
  • 1 cucharita de postre de sal
  • Agua salada para hervir las acelgas y espinacas

Para la masa de maíz y pimiento:

  • 1 lata de maíz de unos 300 gr
  • 1 huevo
  • 112-120 gr de harina aproximadamente (como 3/4 de vaso)
  • 1 pimiento verde
  • 1 cucharita de postre de sal
  • 1 cucharita de postre de pimienta

Preparación:

Como siempre hay que ser organizado e ir paso a paso.

Lo primero que tenéis que hacer es hervir las acelgas y las espinacas, podéis hacerlo a la vez. Solo tenéis que poner agua salada a calentar, y cuando ya este hirviendo meterlas  y dejarlas cocer unos 3-5 minutos. Cuando ya las tengáis, hay que escurrirlas muy pero que muy bien, nosotras hemos utilizado un escurridor de lechuga o verduras moderno (esos que son como una centrifugadora que le das vueltas y sueltan el agua, os enlazo una foto de uno de ikea que vale 4,99€, para los que nunca lo hayáis visto).

Mientras podéis preparar el maíz que también hay que escurrirlo bien pero os vale con un colador y el lavar y picar el pimiento pequeñito.

Una vez tengamos los ingredientes preparados, cogemos dos cuencos grandes y hacemos las mezclas por separado.

En un cuenco ponemos las acelgas y las espinacas bien escurridas y vais añadiendo los ingredientes que os indico arriba y mezclando muy bien hasta conseguir una masa homogénea, que no debe ser en ningún caso líquida, en las fotos veréis la textura que debe tener.

Y en otro cuenco hacemos los mismo con el maíz y el pimiento picado, añadimos los ingredientes y mezclamos bien hasta que sea una masa, ésta es un poco diferente, veréis que no queda tan integrada como la otra porque los granos son grandecitos y no se quedan pegados en una masa como las acelgas o las espinacas.

Pincha en las fotos para ampliar.

Una vez tengamos las dos masas, o si preferís podéis hacer solo una de ellas o hacerlo en dos tandas. Pondremos una sartén profunda con aceite para freír a calentar. Nosotras como hicimos a la vez las dos pusimos dos sartenes, pero no importa que ulitlicéis la misma sartén para las dos masas, eso sí no de una misma vez. Primero una masa y luego la otra, porque se hacen a una intensidad y tiempo distintos.

Nos ayudaremos con una cuchara y un tenedor, o dos cucharas, para ir cogiendo la masa, haciendo la forma y poniendo los buñuelos en la sartén a freír.

Los de acelga y espinaca, los haremos con el aceite caliente y a medio fuego. Con la cuchara sin llenarla del todo iremos cogiendo un poco de masa y nos ayudaremos con el tenedor para no dejarnos flequitos colgando, e iremos introduciendo en el aceite y aplastándolos un poquito para que hagan una forma bonita. Podéis poner hasta llenar la sartén tranquilamente y cuando veáis que van haciéndose,  que lo notaréis porque se ponen duritos, los iremos dando la vuelta hasta que se doren al gusto de cada uno. Quedan crujientes y buenísimos.

Y los de maíz y pimiento verde, los haremos con el fuego previamente calentado, pero a fuego lento porque se queman mas rápido al tener menos masa. Y de la misma manera con la cuchara y el tenedor os ayudáis para hacerles la forma y apretando un poco para que se peguen los granitos e ir introduciéndolos en la sartén. Muy importante, si veis que quedan granos de maíz sueltos, retiradlos con una espumadera o lo que queráis, porque sino saltarán como palomitas y os podéis quemar. De la misma manera iremos dándoles la vuelta y estad atentos porque éstos se hacen muy rápido. Quedan espectaculares y aunque son un pelín más complicados, merecen mucho la pena.

En los dos casos poned un plato con papel de cocina para retirarles el aceite sobrante.

Pincha en las fotos para ampliar.

De verdad que no es difícil  solo tenéis que dedicarle un rato. Estos buñuelos vegetarianos son una receta riquísima que suele gustar tanto a grandes como a pequeños, y es una manera divertida de comer verdura. Lo podéis acompañar con lo que queráis nosotras lo hicimos con un arroz aromático casero. Espero que os atreváis a hacerlos en casa y disfrutar en familia de la verdura que resulta tan difícil o aburrida para algunos, seguro que os sorprenderán. ¡¡¡Están de lujo!!!

Potaje de vigilia (lo mejorcito de la cuaresma)

Potaje de vigilia

Después de los Cupcakes de torrijas de ayer hoy os presentamos en este segundo capítulo del especial Semana Santa el plato más tradicional, el potaje de vigilia.

Actualmente las normas alimenticias de la religión católica ya no se llevan tan a rajatabla como en otros tiempos, hoy en día esto solo lo suelen respetar las abuelas, y este año yo para presentaros la receta.  Pero antiguamente la tradición dictaba que en determinados días del año, como la cuaresma, no se podía comer carne. En su lugar se utilizaba el pescado. Pero en muchos lugares de interior, a los que no llegaban toda clase de pescados, se utilizaba bacalao o incluso congrio seco, que sustituían a los productos de cerdo en los potajes.

Existen variedades de bacalao de distintos precios y con todos ellos podéis preparar un excelente potaje de vigilia.

Sale una olla hermosa con cantidad para por lo menos para 8 personas.

Ingredientes para el potaje de vigilia:

  • ½ Kg garbanzos (yo uso el Hostal que para mi son de los mejores, por la cochura)
  • 300 gr o 1 bolsa de espinacas
  • 400 gr bacalao (lo venden en paquetes con sal)
  • 1 cebolla grande picada
  • 2 tomates maduros (si no tenéis podéis poner tomate triturado de lata)
  • 3 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 1 ramito de perejil
  • 1 chorreón de aceite (unas 3 cucharadas)
  • 1 cucharada sopera de harina
  • 1 cucharilla de café de pimentón (dulce o picante, según preferencia)
  • 3 litros de agua
  • Sal*

Preparación:

Dejar en remojo los garbanzos desde la noche anterior en agua templada con sal. Y como siempre, pelamos y picamos la verdura, para tener preparados los ingredientes antes de empezar a cocinar.

*Enjuagar y poner el bacalao a desalar 1-2 días antes, poniéndolo en agua y cambiando este agua cada 8 horas. 

Poner en una olla  3 litros de agua y calentamos antes de introducir la legumbre. Antes de que empiece a hervir ponemos los garbanzos, el bacalao preparado, y añadimos también los dos dientes de ajo pelados y las hojas de laurel. Hervir suavemente unas dos horas (el tiempo de cochura depende de la variedad de los garbanzos, de verdad en esto no ahorréis porque os puede estropear la receta, porque hay algunos que no ablandan ni que les de el día entero, es tremendo).

En un vaso de la batidora o similar, podremos el diente de ajo restante y el perejil bien limpio con un poco de caldo de la cocción y batimos hasta que todo quede bien molido. Tradicionalmente esta pasta se hacía en el mortero, pero las batidoras son más rápidas y descansadas.

Mientras se cuece la legumbre ponemos en una sartén pochar la cebolla muy finamente picada hasta que están transparente, en este momento añadimos los tomates pelados, despepitados y cortados en dados muy pequeños o dos cazos de tomate triturado, refreímos un poco y añadimos también la cucharada de harina. Rehogamos un poco y poner también la pasta de ajo y perejil anteriormente preparada. Y seguimos dándole vueltas, rehogando otros 5-10 minutos más. Apartamos la sartén del fuego para no quemar la especia y espolvoreamos por encima el pimentón, y revolvemos bien, para que se integren bien los sabores. Y lo introducimos en la olla, con el fuego bajito para que no se pegue el refrito, pero manteniendo el hervor.

Miramos que a los garbanzos no les quede ya mucha cochura y entonces estamos preparados para introducir la espinaca, que previamente habremos enjuagado muy cuidadosamente, asegurándonos de eliminar todo resto de tierra y las hojas y tallos estropeados, si son frescas, y si son de bolsa con enjuagarlas un poco estarán. Y las volcamos en la olla cuando hayan pasado las dos horas mencionadas y continuar cociendo unos 15 minutos más. Aquí probamos el punto de sal del caldo, para mi no es necesario añadir nada de sal si solo habéis enjuagado el bacalao, en caso de haberlo desalado entonces si tendréis que corregir la sal.

Pinchar en las fotos para ampliar.

Antes de dar por terminada la ebullición asegúrate que los garbanzos están bien tiernos. Hay remesas de algunos garbanzos que parecen de cocción eterna.

Y ya tendremos nuestro ansiado plato de vigilia, ahora a disfrutarlo.

 

Espinacas con carne picada con toque oriental (mañana de cocinillas)

espinacas con carne

Esta semana planeando las recetas que iba a hacer y las comidas que iba a preparar decidí que me apetecía compartir una mañana de cocinillas con mi padre, que tanto me ha apoyado con este proyecto, mi maestro de cocina y de fotografía, que tantas cosas me enseña y nos pusimos manos a la obra con estas espinacas con carne.

Es un verdadero placer pasar tiempo juntos, compartiendo aficiones, COCINAR Y COMER, jaja menos mal que nos cuidamos bien la alimentación y preparamos platos sanos la mayoría de veces.

Y de esta divertida reunión salió una receta sencilla, sana y riquísima, espero que la disfrutéis.

Ingredientes para las espinacas con carne:

  • 1/2 kg de carne picada
  • 900 gr de espinacas (son aproximadamente 3 paquetes de hojas de espinacas frescas de las que venden en los supermercados)
  • 2 Cebollas grandes
  • 1 y 1/2 cucharitas de café de sésamo (que tostaremos)
  • 1 cucharada sopera de azúcar
  • 2 o 3 cucharadas de salsa de soja (yo lo echo a ojo, varia en función del gusto)
  • 1 o 2 dientes de ajo
  • 1 o 2 guindillas (como siempre os digo es optativo)
  • Agua y sal  para hervir las espinacas

Preparación:

Si las espinacas son frescas, eliminaremos los tallos de las espinacas, y ya sean frescas o no lavamos cuidadosamente y las metemos en una olla con abundante agua salada hirviendo. Esperar que el agua retome la ebullición y dejarlas sólo de 1 a 3 minutos (“blanqueo”), revolviendo un par de veces para que se hagan todas por igual. Las colamos y enfriamos dejando caer sobre ellas el agua del grifo para que no pierdan color, y las dejamos escurrir muy bien (para escurrirlas bien aplastar con una espumadera) y cortar en tiras.

Aquí aprovechamos y ponemos una sartén antiadherente pequeña (yo utilizo la de los huevos fritos) al fuego y calentamos sin aceite, ponemos el sésamo (o ajonjolí) a tostar sin parar de remover con una palita de madera o haciendo movimientos circulares con la sartén, hasta que estén doraditas y apartamos del fuego.

En una sartén amplia (yo suelo utilizar uno parecido a un wok que tengo), lo suficiente para remover con comodidad y sin que se nos salga todo el tiempo, podremos a rehogar el ajo y las cebollas bien picadas, cuando empiecen a dorarse le añadimos la o las guindillas y la carne picada, revolviendo, dorando y deshaciendo los grumos para que la carne quede bien desmigada. Cuando la tengamos dorada al gusto, añadiremos el azúcar y la soja.

Mezclar todo muy bien y cuando el líquido se haya integrado en la masa, añadimos las espinacas y de nuevo removemos muy bien para conseguir una mezcla homogénea. Lo rehogamos unos minutos y cuando este le ponemos por encima el sésamo tostado.

Observaciones y consejos:

Las cantidades de espinacas y carne dependen del gusto de cada persona, los poco carnívoros preferirán mas verdura que carne y los poco aficionados a la verdura al revés. Incluso los vegetarianos la podéis hacer sin la carne y os quedarán unas espinacas rehogadas con un gustito buenísimo.

Con las guindillas pasa algo parecido es muy personal, en mi familia a mis padres, hermanos, y a Rober y a mí nos encanta, y solemos aumentar las dosis.

Por la tradición orientalista de mi familia, que ya os iré contando, me encanta la salsa de soja y la empleo en muchos platos. Constituye un ingrediente tan fantástico que merece la pena cuidar su calidad.  Por favor, mi consejo es que no compréis salsa de soja de marcas europeas, pueden saber de modo espantoso, sin nada que ver con el original . Las marcas japonesas suelen ofrecer, como es lógico mayor calidad. Yo recomiendo la soja Kikkoman clásica, que suele venderse en muchísimos supermercados, de hecho yo a veces lo compro en oferta de 3×2, porque tiene una larga caducidad y en mi casa la utilizamos muy a menudo.

Cuando se utilice salsa de soja en un guiso, como os he explicado en otras recetas,  se debe tener especial cuidado si quieres añadir sal, porque esta salsa ya contiene mucha sal. Yo normalmente si utilizo soja, no le pongo sal a las recetas, y en este caso sólo le pondremos al agua para hervir las espinacas.