Se acercan las comidas y cenas navideñas… ¿Y estás un poco harto de hacer y comer todos los años lo mismo? ¡Para eso estoy yo aquí! hoy os traigo una nueva idea, es una de mis recetas familiares mas deliciosas, yo no soy una gran amante de la carne ya sabéis, pero este osobuco de ternera, realmente tiene un sabor increíble, y la ternura de este corte es espectacular. Si nunca lo habéis probado, siento deciros que estáis perdiendo el tiempo. Lo hacía mi abuela, lo hacen mis padres y mi tía Mª Nieves, y ahora con un retoquito la hago yo también, y es que no hay nada mas bonito que heredar tradiciones, aprender de nuestros mayores y darles nuestro toque personal.
Esta receta es de la tradicional y deliciosa cocina italiana, normalmente se sirve acompañada de risotto o arroz, pero yo he decidido acompañarla de pasta (¡Y que pasta mas buena!) que le da un toque diferente a nuestras navidades. Y digo yo ¿porque no vamos a traernos recetas de otros países para cambiar un poco el rollo de las navidades?, pues si quieres probar algo nuevo y sorprender este año, no dudes en hacer este osobuco de ternera.
pincha para leer + info sobre el corte del osobuco y como pedirlo
En italiano se escribe Ossobuco, que traducido literalmente sería «Hueso hueco», se llama así porque se hace un corte transversal en la pata de la ternera, de manera que queda la carne acompañada del hueso y el tuétano, y esto le da un toque original a su presentación al final.
A la hora de pedirlo en la carnicería, lo primero que tenéis que hacer es avisar con un día de antelación, o de la mañana a la tarde como mínimo, porque para cortar de manera transversal con el hueso sin que se despegue la carne al hacerlo, tienen que poner a enfriar la pieza un rato en el congelador.
Ingredientes para hacer un delicioso osobuco navideño:
5 osobucos
3 cebollas dulces
360 gr de tomate triturado (puedes utilizar de bote)
125 gr de mantequilla
250 ml de vino* (tradicionalmente se utiliza vino blanco, pero ya sabéis que yo voy por libre y me gusta renovar un poquito las recetas para darles un toque original y no hacer lo mismo que todos, así que en esta receta he elegido un vino tinto para potenciar mas el color de la salsa, pero esto es opcional. Elige el vino que prefieras, pero eso sí, elige un vino un poquito buenecito que se nota la diferencia, en la receta os mencionaré el que he utilizado yo)
250 ml de caldo casero (si no tienes, puedes utilizar de brick o agua y pastilla de caldito no es lo mismo…pero bueno)
Sal, pimienta, harina.
Perejil y ralladura de 1/2 limón
Para acompañar tu decides, pero yo elegí pasta Radiatori de la marca Garofalo porque me chifla y queso recién rallado, yo suelo poner old amsterdam porque es de mis favoritos, pero esto también es opcional.
Preparación del osobuco navideño:
Como siempre lo esencial es disponer de todo lo que necesitamos, despejar nuestra encimera, sacar los ingredientes y empezar a preparar. En este caso pela, lava y pica en juliana finita las cebollas, tampoco tiene que estar muy pequeña porque al final lo vamos a pasar por la batidora, asi que no te preocupes mucho. Lava y escurre bien el perejil y el limón y reserva. Salpimenta la carne, y derrite un poquito la mantequilla en el micro. Deja medido el vino y el caldo.
Con la carne salpimentada, la enharinamos un poquito, con una capa fina solo para que se quede bien sellada para la cocción. (yo utilizo la harina especial para fritos y rebozados).
Pon la olla que vayas a utilizar en toda la receta, y añade un poco de la mantequilla derretida, y sofríe la carne en ella para sellarla a fuego medio hasta que se haya dorado bien por todos los lados. Saca la carne y reserva.
En la misma olla y con el fondo de sofreir la carne, pon el resto de mantequilla y pocha en ella la cebolla.
Cuando la cebolla haya ablandado, vuelve a poner la carne, dale un par de vueltas hasta que la carne vuelva a coger temperatura y añade el vaso de vino, yo esta vez he elegido un vino tinto para potenciar mas el color oscuro de la receta (puedes elegir el que mas te guste, quizás lo suyo sería utilizar un vino italiano, ya que estamos, pero yo he utilizado Borsao crianza selección, que es un vino que ronda los 4€ y que está realmente bien, además puedes aprovechar lo que sobra para darte un gustito) y deja que evapore el alcohol.
Añade por encima ahora el tomate triturado, mezcla un poco y deja que empiece a hervir unos minutos antes de añadir el caldo.
Añade el caldo y deja hervir tapado a fuego lento. La cocción de esta carne nos llevará 2 horas para que esté bien tierna.
Mientras se hace la cocción, pica bien el perejil y ralla la mitad del limón. Aunque puedes estar tranquilo durante la cocción, de vez en cuando ve revisando y dándole alguna vueltecita.
Cuando queden unos 15 minutos de cocción, pinchamos con un palillo o brocheta para revisar la ternura de la carne, sacamos a un plato y pasamos la salsa por la batidora para que quede bien finita, vuelve a poner la carne dentro para seguir la cocción. Y ya para acabar de darle el toque final, a falta de unos 5 minutos, para el último hervor, añade la ralladura de limón y el perejil picado ¡Y alucina! porque le da un sabor muy especial.
Durante el tiempo de la cocción puedes preparar el acompañamiento que mas te guste, yo os recomiendo copiar el truquito de la pasta porque está mortal con la salsa y un buen queso rallado. Prepara también un buen cesto de pan para mojar, si no quieres ver a tus comensales chupando el plato jajaja. De verdad, esta salsa no se puede desperdiciar, es algo exquisito, se me cae la baba solo de pensar en ella 😛 (y si te sobra mucha salsa, ya sabes puedes utilizarla para pasta en otro momento).
Espero que después de todos los cebos, detalles y truquitos, no dudes en probar este osobuco guisado y me cuentes el resultado 😉
Hoy abro la mañana con nueva receta italiana, ya sabéis que son mi perdición. Para este jueves os recomiendo este precioso y sencillo pesto rosso, con base de tomate. Es una salsa es deliciosa, equilibrada y vegetariana, además de ideal para los que no nos gusta el intenso sabor de la albahaca en el pesto tradicional.
A parte de ser vegetariana, también se convierte en una receta ideal para deportistas, porque combina el hidrato de carbono de la pasta, con la ligereza del tomate natural (sin freír y sin azúcares) , y el aporte de los frutos secos, que son ideales para deportistas por su contenido en calorías «sanas» (por decirlo de alguna manera) ya que tienen grasas insaturadas y de origen vegetal, a parte de un montón de vitaminas y fibra. Este plato es de fácil digestión y tiene un aporte de energía extra, ideal para antes o después de hacer ejercicio o de una competición.
Sin mas vamos a por ella 😉
Ingredientes para hacer el pesto rosso:
800 gr de tomate bien maduro
30 gr piñones
30 gr nueces
30 gr almendras (mejor peladas)
60 gr de queso parmesano
1 diente de ajo
50 ml de aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta (yo prefiero la de 3 pimientas recién molida)
Sencilla preparación del pesto rosso:
Como siempre lo primero es organizar nuestros ingredientes y prepararlos. En este caso hay poco que hacer, pero te recomiendo que empieces escaldando los tomates para poder pelarlos y quitarles las semillas con mas facilidad, aunque hoy en día existen pela tomates que son una maravilla, esta técnica es infalible. Para ello solo tienes que poner una olla con agua a hervir, y cuando empiece el hervor meter los tomate durante aproximadamente 1 minuto, a veces es un poco menos. Lo verás porque las pieles se rajan un poquito, ese es el punto. Sácalos y deja que enfríen un poco para no quemarte las manos. Una vez atemperados, retira la piel, y córtalos para retirar las semillas.Si compraste las almendras sin pelar, haz el mismo proceso para sacarles la piel con facilidad.
Ralla el queso parmesano.
Tomates escaldados
frutos secos para el pesto rosso
Parmesano rallado
Prepara el vaso de la batidora y mete los ingredientes. Los tomates cortaditos en cuartos y sin semillas, y añade por encima el resto de ingredientes, almendras, piñones y nueces, el ajo pelado y sin corazón, el aceite, la sal y la pimienta recién molida al gusto, el parmesano rallado y bate hasta obtener una textura homogénea.
Preparando el pesto rosso para batir
textura del pesto rosso
Pesto rosso
Prepara tu pasta favorita, hierve y cuela.
En un bol grande pon el pesto rosso y añade la pasta caliente encima. Échale un poco mas de aceite y remueve.
Ya solo te queda servir, decorar a tu gusto (ideal con algún fruto seco y parmesano rallado por encima) y ¡¡¡a disfrutar!!!
Pesto rosso
Trucos extra:
El agua de la cocción de los tomates puedes reservarla para hervir la pasta también, esto le aportará mas sabor todavía.
Puedes guardar algún fruto seco para decorar al final de plato.
El pesto se sirve a temperatura ambiente, mas bien frío. Si lo guardaste en la nevera y está demasiado frío, puedes templarlo un poco al baño maría para que no te enfríe por completo el plato.
¡Holaaaaaaaaaa! Después de unos días de relax, os traigo una receta vegetariana que le gustará a cualquiera que la pruebe, esta lasaña vegetariana es…… ¡DELICIOSA! y muy completa, lleva gran variedad de verduras riquísimas con una estupenda combinación de las salsas y pasta. Aviso, como muchas otras es una receta laboriosa pero no difícil, a los lectores habituales os será muy sencillo después de haber visto las recetas de canelones de la abuela, el tomate frito casero y la salsa bechamel casera, aún así os explicare todo paso a paso para que cualquiera pueda triunfar con esta receta. Y además os podéis ayudar de estos enlaces.
Esta receta es un guiño para mis niñas vegetarianas que siempre me piden ideas, para que no digáis que no os hago caso.
Vamos a por la receta 😉
Ingredientes para lasaña vegetariana:
14 placas de pasta para lasaña (yo utilizo la de gallo 1,2,3, y ademas os la recomiendo)
Queso rallado 4 sabores y queso parmesano en polvo ( o los que mas os gusten para gratinar)
Una bandeja de horno grandecita o dos pequeñas (como hice yo, para hacer una para un día y dejar otra para otro día), según os venga mejor. De estas cantidades salé lasaña vegetariana para mínimo 8 raciones bien servidas.
Preparación para lasaña vegetariana:
Como siempre empiezo diciéndoos que lo mas importante y mas en una receta elaborada y con varios pasos, es elegir un día en el que tengáis tiempo para dedicarle y ser muy organizado, cumpliendo estos dos requisitos, la receta no falla, es mas, estoy segura de que dejaréis a los comensales ojipláticos 0.0
Preparación de los ingredientes de la lasaña vegetariana:
Voy a ir paso a paso y dejándoos los enlaces de las salsas para que os sea sencillo. Desde luego el relleno, la preparación de la pasta y la elaboración de la lasaña no tienen dificultad ninguna. Lo mas lioso quizás sean las salsas, pero la de tomate frito la podéis dejar hecha el día antes o usarla de bote (cosa que no os recomiendo, se nota la diferencia cuando es todo casero y cuando no) y la bechamel la podéis dejar hecha antes de empezar con los pasos, luego será solo templarla y extender.
Dicho esto con las salsas preparadas, que es como lo hice yo, el siguiente paso es lavar, pelar y picar bien todas las verduras, para que se mezclen bien y sea mas fácil de comer la lasaña. El siguiente punto sería hervir las espinacas en agua salada durante 3 minutos, escurrir muy bien (os recomiendo como en anteriores recetas usar una centrifugadora de verduras, porque la espinaca guarda mucha agua), y una vez escurridas, picar en una tabla. (veréis en las fotos los cortes de la verdura).
corte verduras
Cortar las espinacas
espinacas picadas
Con todo esto hecho podemos empezar a cocinar la verdura, y mientras tanto os da tiempo de poner en una olla grande con agua salada y un poco de aceite a hervir las placas de lasaña, el tiempo recomendado que pone en el paquete para que quede al dente, si utilizáis la misma que yo son 20 minutos de cocción.
También podéis ir precalentando el horno a unos 180 grados, en posición arriba y abajo.
En una sartén grandecita con fondo, un wok, o incluso otra olla, ponéis aceite de oliva virgen extra a calentar a fuego medio, y empezamos a introducir primero el puerro y la zanahoria que son los ingredientes mas «duros», dejamos que vaya pochando, cuando veamos que empieza a ablandarse, introducimos los champiñones, seguimos pochando a fuego medio-bajo y si queréis podéis dejarlo tapado, para que se haga mejor, moviendo de vez en cuando, cuando lleven ya unos minutos, que vayan tomando color añadir también el calabacín que tardará menos, y seguir así hasta que estén bien pochaditas, pinchar para comprobar, por último añadir las espinacas cortaditas, y dejar que vuelvan a coger calor, y añadir un par de cazos soperos de tomate frito casero y dejar que hierva todo junto unos 5 minutos. NO tiene que tener mucha salsa porque si se queda líquido se desmoronará el relleno, tiene que ser mas bien compacto.
relleno de lasaña vegetariana
Entre tanto habréis tenido tiempo de preparar las placas de lasaña o estaréis a punto, una vez cocidas solo os quedará escurrirlas, enfriarlas bien bajo el grifo para que no se pasen de cocción y se queden blandas, y dejarlas por separado por ejemplo en el filo del colador escurriendo, incluso las podéis secar un poco con papel de cocina, yo lo hago para que no les quede nada de agua que pueda licuar nuestra lasaña. Y con el relleno preparado y las placas cocidas, solo nos queda el montaje y el horneado.
Montaje para lasaña vegetariana:
En la fuente de horno que hayáis elegido, yo pongo siempre un chorretín de aceite y con una servilleta de papel lo extiendo para cubrir todo el fondo para que no se pegue sin dejar exceso de aceite.
Y empezamos haciendo las capas de nuestra lasaña vegetariana, esta la hice de dos pisos porque me parece suficiente y mas cómodo para comer, pero si queréis podéis hacer capas de relleno mas finas, y hacer mas:
La primera será un capa de pasta, con las placas (podéis cortar trozos con un cuchillo o corta pizzas para cubrir toda la superficie si no os entran enteras las placas).
Una capa generosa de nuestro relleno de verduras.
Una capa fina de bechamel, no lo hace todo el mundo pero a mi me encanta porque le da suavidad al relleno, yo la extiendo con una brocha de cocina de silicona.
Otra capa de pasta, colocarlas de la misma manera que en la primera.
Repetimos capa de relleno de verduras.
Esta ultima capa antes de cerrar será otra vez de pasta (en esta no ponemos entre medias bechamel porque vamos a cerrar e irá al final).
Por último añadimos el resto de bechamel extendiendo bien para que quede bonita con nuestra brocha y añadimos espolvoreando por encima los quesos que hayamos elegido para gratinar.
montaje lasaña vegetariana
Horneado de lasaña vegetariana:
Con la bandeja preparada y el horno precalentado, ya casi estáis listos para comer. Poner la bandeja en la mitad, con la posición arriba y abajo a 180 grados como os dije anteriormente, y dejar hornear durante 10-12 minutos no le hace falta mas porque realmente los ingredientes ya están cocinados, esto es solo para calentar la lasaña, y pasado este tiempo poner en posición solo arriba durante aproximadamente 5 minutos para que se gratine bien el queso, controlando continuamente para que no se os queme de mas. Y tachaaaaaaaaaaán tenéis la mejor lasaña vegetariana de la historia lista para cortar, servir y disfrutar 🙂
lasaña vegetariana al corte
Lasaña vegetariana para comer
De momento todos los que la han probado, vegetarianos o no, le han dado buena critica, ¡espero vuestra opinión!
¡Última entrega del especial Italia! El viernes os mandaremos un resumen así que si todavía no lo has hecho, suscríbete a nuestro newsletter.
Esta receta de panna cotta tradicional os va a encantar y es realmente fácil de hacer. La panna cotta es un flan realizado con nata realmente famoso en Italia originario de la Región de Piamonte, de hecho, la traducción de panna cotta en italiano no es otra que nata cocida.
Esta panna cotta tradicional es sin lactosa, por supuesto.
Ingredientes para la panna cotta tradicional:
Para cuatro raciones:
400 ml de nata líquida sin lactosa
2 hojas de gelatina neutra
2 cucharadas de vainilla en polvo azucarada
60 gr de azúcar
Preparación:
Ponemos en frío la nata con la gelatina a fuego medio hasta que rompa a hervir y bajamos al mínimo, añadimos en ese momento el azúcar y la vainilla y dejamos que se cocine 10 minutos con el fuego al mínimo. Retiramos del fuego, colamos bien y repartimos en los moldes.
Enfríamos en la nevera durante al menos 3 horas. La textura tiene que ser la misma que la del flan. Desmoldamos y decoramos con la cobertura que nos apetezca.
Tradicionalmente se toma con chocolate líquido o con salsa de frutos rojos. Hoy he optado por sirope de chocolate, pero con caramelo también está buenísima.
Debo empezar diciendo que esta receta ha sido totalmente secreta hasta hoy. Los fantásticos tagliatelle con gambones y trigueros son un invento mortal de mi padre que nunca ha sido descubierto, pero como os queremos mucho y estamos de especial italiano, me lanzo y destripo la receta… Madre mía no me estoy guardando nada, desde que empezamos el blog me estoy abriendo en canal y dejándoos lo mejor de mis recetas y recuerdos familiares, así que espero que por lo menos os gusten tanto como a mí.
Esta receta de tagliatelle con gambones y trigueros es tan deliciosa que babeo solo de pensar en ella. Por supuesto os tienen que gustar los gambones, si no apaga y vámonos. No os doy la opción de hacer versiones como en otras, porque merece hacerse tal cual.
Ingredientes para tagliatelle con gambones y trigueros:
Tagliatelle (os enlazo los que uso yo pero podéis utilizar algún otro tipo de pasta plana como tallarines o cintas, que son las que mejor cogen el sabor)
1 bote de nata espesa para cocinar (veréis en la foto la de Président que es la que uso porque da una textura ideal, pero podéis utilizar otras)
80-100 gr mantequilla
500 gr de gambón o gamba fresca (perdemos casi la mitad del peso al pelarlas)
1 manojo de espárragos trigueros gorditos (no compréis esos que están canijos por favor…)
3 cucharas soperas colmadas de queso parmesano en polvo
Una pizca de sal y otra de curry
Pimienta molida por encima (opcional)
Preparación:
Empezaremos preparando los ingredientes de nuestros tagliatelle con gambones y trigueros. Importante lavar bien los espárragos que no nos quede tierrecilla y cortarlos a mano y oído*
* Para los que no lo sepáis, lo mas práctico es hacerlo con las manos. Oiréis el crujido y cortarán fácilmente hasta el final, donde encontraréis la parte mas dura que no corta con facilidad y eso es lo que tiraremos.
Lo siguiente es pelar los gambones, aproximadamente la mitad del peso son las cáscaras y cabezas, que son tan valiosas casi como el propio gambón, asi que como opción podéis coger una bolsita de congelado y meterlas ahí y reservar en el congelador para una buena sopa de pescado y marisco, yo lo he hecho.
Como esta receta de tagliatelle con gambones y espárragos es una de mis favoritas, yo uso siempre un buen gambón fresco porque da mas sabor, pero las podéis comprar congeladas, también os quedará bien. Aunque fijaos antes de comprar porque últimamente no hay tanta diferencia de precio entre el fresco y el congelado (menudo morro tienen), si os decidís por el congelado no os hará falta tanto peso, coged la mitad.
Pincha para ampliar las fotos.
Ingredientes
Gambones limpios y bolsa para congelar
Espárragos limpios
Para aprovechar el tiempo, ponemos una olla con agua salada a hervir para nuestra pasta mientras empezamos a cocinar la salsa. Dejaos guiar por los tiempos de cocción de los paquetes, os lo he dicho anteriormente, no suelen fallar.
Y empezamos a preparar nuestra salsa para los tagliatelle con gambones y trigueros. Necesitaremos un cacito y una olla mediana, en el primer cazo pondremos a derretir la mitad de la mantequilla y añadiremos los espárragos sin escurrir mucho, que con el pelín de agua que queda de lavarlos se hacen estupendamente, y lo dejamos sofreír con la mantequilla a fuego lento y tapado hasta que ablanden, dando vueltas a menudo para comprobar cuando están hechos. Una vez los tengamos, apartamos del fuego y dejamos reservado.
Mientras tanto cogemos la otra olla, esta que sea un poco mas grande, porque aquí haremos la salsa. Ponemos la otra mitad de la mantequilla a fuego lento a derretir y sofreímos en ella los gambones con una pizca sal y curry espolvoreado por encima (Seamos moderados con el curry, es solo para potenciar el sabor y el color, pero no es el ingrediente estrella). Veréis que no tardan nada en tomar color y soltar ese liquidito rojizo tan bueno. **
** Si finalmente utilizáis gambón o gamba congelada para preparar los tagliatelle con gambones y trigueros, empezad sofriéndolas con un poco de aceite y no desperdiciéis la mantequilla, porque soltarán bastante agua que tendréis que tirar, en el momento que dejen de soltar agua añadidles la mantequilla.
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Trigueros listos
Sofriendo gambones
Mezclando
Cuando esté el gambón, añadimos los trigueros y damos unas vueltecitas para que mezcle bien y el esparrago vuelva a coger temperatura. Entonces le añadiremos la nata mezclando, y dejamos que hiervan unos 10 minutos a fuego lento para que se integren bien los sabores. Cuando transcurra este tiempo añadimos las 3 cucharadas de queso parmesano en polvo y mezclamos bien. Veréis que en este punto la salsa para los tagliatelle con gambones y trigueros empieza a espesar, entonces tendremos nuestra maravillosa salsa terminada y lista para servir.
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Añadiendo la nata
Añadiendo queso
La salsita
Ya solo nos quedará emplatar y disfrutar de estos tagliatelle con gambones y espárragos trigueros, una explosión de sabor y color deliciosa. Es para mí todo un plato gourmet digno del mejor restaurante, pero hecho en casa con mucho amor, ideal para cenas especiales. Os lo recomiendo «muy mucho» y espero que os lleve un poco de la bella Italia a casa.
Las masas a la hora de cocinar es de las cosas que más pereza da a los cocineros menos expertos. Parece que son dificilísimas, que nos van a salir fatal, que vamos a manchar todo y al final para nada. Esta masa de pizza casera os hará olvidaros de esa idea.
La receta de hoy de masa de pizza casera es para quitar todos esos miedos, explicada paso a paso y con un tiempo de preparación que rondará los 15 minutos. Muy fácil de hacer, al alcance de todos y que hará que no volváis a comprar bases de pizza congeladas.
Ingredientes para la masa de pizza casera:
Para 5 bases de masa de pizza casera individuales grandecitas.
1 kg de harina de fuerza*
25 gr de levadura fresca**
1/2 litro de agua
50ml de aceite de oliva
35 gr de sal
Aclaraciones:
* La harina de fuerza la venden en todos los supermercados en la sección de harinas y es la que se utiliza para masas y panes.
** La encontrarás en la sección de refrigerados, donde la mantequilla, en cualquier supermercado grande.
Preparación:
Llenamos medio vaso de agua caliente del grifo y metemos la levadura que dejaremos que actúe durante 5 – 10 minutos. Preparamos un bol grande donde vamos a hacer toda la mezcla y echamos casi toda la harina (dejamos como 100 gr para trabajar después la masa). Hacemos un agujero grande en el centro.
Cuando haya pasado el tiempo de reposo de la levadura con los dedos vamos deshaciendo la levadura hasta que quede una mezcla líquida y la echamos en el agujero que hemos hecho en la harina, en ese mismo agujero echamos también el aceite. Nos queda la sal, que la pondremos fuera del agujero encima de la harina bien repartida.
Ahora, con una pala de madera, empezamos a mezclar haciendo círculos desde el centro e incorporando la harina de los laterales, cuando la mezcla ya no admita más harina, empezamos a incorporar el agua poco a poco y seguimos con el mismo movimiento hasta incorporar la totalidad de la harina desde las paredes del agujero que hicimos al principio.
El agua tiene que estar templada, yo utilizo una botella de agua mineral de las pequeñas que lleno con agua caliente del grifo.
Cuando tengamos todo el agua y toda la harina incorporada espolvoreamos con harina la superficie donde vamos a amasar, volcamos encima la masa y espolvoreamos ésta con más harina. Aquí empieza lo divertido: remángate, lávate muy bien las manos, y a amasar!! La masa estará pegajosa y tendremos que seguir incorporando poco a poco harina hasta que tengamos una masa que se trabaje bien y no se pegue, las cantidades que os pongo están muy medidas y a mí me funcionan perfectas, a veces me falta un pelín de harina.
Hay que amasar muy bien, yo separo la masa en dos trozos y los amaso individualmente para unirlos otra vez al final. Estirad la masa bien y jugad todo lo que os apetezca, cuanto más amaséis más rica estará después.
Finalmente haced una bola grande y poned la masa en un bol grande donde la dejaremos reposar unos 45 minutos.
Pasado el tiempo de levado de la masa, veréis que ha crecido bastante, la sacamos y la amasamos un poco más, ya no incorporéis más harina, es solo para quitarle el aire del levado. Hecho esto habréis terminado vuestra masa de pizza casera, estiradla, ponedle encima cosas ricas y al horno 15 minutos.
Ingredientes listos para empezar a mezclar
Masa separada para amasarla bien
Preparando la masa para hacer la pizza
Lista para hornear
Conservación:
Como salen 5 bases de pizza yo lo que hago es cortar las porciones individuales y guardarlas en papel film. Solemos gastar dos o tres en el momento y el resto van al congelador. Cuando las queráis consumir las sacáis un par de horas antes y cuando hayan descongelado las volvéis a amasar unos minutos más para que recuperen la textura.
Hoy os traigo la receta de tiramisú tradicional más buena que he probado nunca. Si os gustan los programas de televisión de cocina seguro que alguna vez habéis visto Cake Boss, protagonizado por Buddy Valastro y su familia. Menos conocido es su programa de cocina italiana Kitchen Boss, pero a mí me gusta todavía más.
Realiza recetas caseras de cocina italiana heredadas de su familia a lo largo de muchas generaciones. En uno de estos programas presentó esta receta de tiramisú tradicional y desde entonces no he vuelto a preparar ninguna otra versión. Os aseguro que es la receta de tiramisú definitiva. Está adaptada a mililitros y gramos para que nadie se pierda.
Ingredientes para el tiramisú tradicional de Buddy Valastro
2 cucharadas de vino dulce (Preferiblemente italiano)
40 – 50 bizcochos de soletilla
Cacao sin azúcar para decorar
Preparación:
Ponemos el café, con la mitad del azúcar y el licor de café (menos una cucharada que reservamos para la crema) a fuego lento durante el tiempo que tarde en disolverse bien el azúcar, unos diez minutos y luego apartamos del fuego para que temple.
Montamos la nata como se explica en la tarta de chocolate y galletas y reservamos. Ponemos en el vaso de batir las yemas de huevo, el mascarpone, el azúcar que nos queda, el vino y la cucharada de licor de café que hemos reservado y batimos todo a velocidad máxima durante 7 – 10 minutos, hasta que tengamos una mezcla homogénea y cremosa. Añadimos la nata montada que habíamos reservado y mezclamos a velocidad baja un par de minutos más.
Montaje:
Podéis montarlo por capas en cualquier recipiente, a mí me apetecía en este caso hacer la versión que hace Buddy Valastro en su pastelería, como si fuese una tarta. Os cuento cómo se hace:
Necesitaréis un molde desmontable alto. Forrad las paredes del molde con los bizcochos de soletilla. Para que no se os caigan y os resulte más fácil, recortad el principio de los bizcochos para que se queden «de pie» más fácilmente. Cuando el molde esté forrado de bizcochos, empezamos a montar las capas.
Empapamos por completo cada bizcocho de soletilla y forramos el fondo con los bizcochos mojados. A continuación echamos una capa de 1 cm o 1’5 cm más o menos de la crema de mascarpone.
Acabado el primer piso seguimos con el segundo. Ponemos en este caso los bizcochos en la dirección contraria para que no se desmonten los bizcochos cuando cortemos después la tarta, y otra capa de crema de queso.
Terminamos con el tercer piso de bizcochos (en la misma orientación que el primero) y acabamos con la crema que nos queda.
Pincha en las imágenes para ampliar:
Montar el tiramisú
Ultima capa de mascarpone
Decorando con cacao
Alisad bien la última capa de crema que habéis echado y decoradla cubriendo por completo con el cacao.
Metedla en la nevera al menos durante 5 horas, lo ideal es que la dejéis hasta el día siguiente.
Os lo aseguro… ¡la mejor receta de tiramisú del mundo!
La receta sale de una de esas mañana de sábado de las que adoro, de cocinillas con uno de mis maestros favoritos, Gracias Papá. Esta receta es una delicia italiana, el risotto de queso, una de las únicas recetas que para nosotros le hace algo de sombra a nuestra exquisita paella. Es un receta mucho mas fácil de lo que se piensa la gente y que da unos resultados alucinantes.
Personalmente amo Italia y todo lo que tenga que ver con ella, y desde luego su cocina me enamora completamente. Así que allá vamos, a por una receta de risotto de queso y mantequilla, sencilla y buenísima. Esta receta puede ser la base a partir de la cual podemos sacar otras muchas variaciones que os iré explicando a lo largo de la receta.
No perdáis detalle y lanzaos a hacerla en casa. Es una oportunidad de quedar estupendamente con los más queridos y sorprenderles con algo nuevo.
Ingredientes para el risotto de queso y mantequilla:
1 caja de arroz especial para risotto (En las cajas podéis ver la clase de arroz que elegís, yo he utilizado el Arborio de la marca Gallo, dicen que también es muy bueno el Carnaroli) Lo compré en Carrefour. *
1 vaso de vino blanco (opcional)
1 y 1/2 l de caldo de brick o casero (yo usé de pollo pero podéis utilizar si preferís el de verduras para los vegetarianos)
100 gr de mantequilla aproximadamente
1/2 cuña de queso parmesano
1/2 cuña de vuestro queso favorito
1 cebolla
Pimienta para espolvorear por encima (yo la muelo en el momento que está mas rica)
* En esta receta hemos utilizado unos 400 gr de arroz, la manera mas fácil de medir es poner medio vaso por persona, esta medida no suele fallar. Nos salió como para 6 personas.
Preparación:
Para arrancar con nuestro risotto de queso, lo primero, como siempre, es preparar nuestros ingredientes antes de empezar a cocinar. Pelar, lavar y picar pequeñita la cebolla, rallar el queso y poner en una olla a parte a calentar el caldo, que tendremos que mantener caliente a fuego lento durante toda la elaboración.
Una vez tengamos ésto listo, ponemos al fuego la olla que vayamos a utilizar para hacer el risotto de queso y ponemos la mitad de la mantequilla (unos 50 gr) a deshacer, la otra mitad la reservamos para el final. Cuando se haya derretido, le añadimos la cebolla picadita y dejamos que poche a fuego lento hasta que empiece a estar transparente.*
* Este es el punto en el que si queréis, podéis hacerlo con más ingredientes. Os doy algunas ideas que quedan genial: De embutidos: bacon o jamón, de verduras: de champiñones, de mariscos: gambas, o lo que queráis, e incluso mezclas… Tendréis que añadirlo picado y sofreirlo con la cebolla y la mantequilla.
Ahora añadimos el arroz y dejamos que se sofría con la mantequilla y la cebolla en este caso, unos minutos hasta que se ponga blanquecino, es una manera de sellarlo para que quede suelto y no se pase.
Cuando veamos que el arroz está, añadimos el vaso de vino blanco y dejamos que evapore sin parar de remover el arroz, (si no queréis utilizar vino, añadid un vaso más de caldo). y ahora es toda la receta igual hasta el final: Cuando el arroz haya absorbido el vino, le iremos añadiendo con un cazo el caldo, y realizaremos el mismo procedimiento que con el vino, vamos añadiendo y removiendo para que se vaya haciendo el arroz. Iremos añadiendo 1 o 2 cazos por vez, y removiendo para que el arroz lo absorba y no se pegue, y así unos 18 minutos aproximadamente (tendréis que ir probando para ver que está en el punto) debe estar al dente, en ningún caso se os debe quedar blando.
En principio con las cantidades y los tiempos que os pongo, tiene que salir perfecto. A nosotros, nos gastó el litro y medio de caldo y el vaso de vino entero y tardó 18 minutos en estar listo, pero tendréis que ir observándolo porque cada arroz y cada caldo es un mundo.
Para terminar nuestro risotto de queso, una vez esté listo el arroz añadiremos la mitad de mantequilla que reservamos y removemos hasta que se integre perfectamente. Cuando esté deshecha, que no tarda nada, entonces añadimos los quesos y dejamos que se fundan dándole vueltas. Apagamos el fuego, tapamos y dejamos reposar 5 minutos.
Y tachán tendremos un risotto de queso increíble listo para servir. Solo nos quedará moler la pimienta por encima y… ¡a comer!
Esta receta de pasta boloñesa como muchas otras tiene su pequeña historia, cuando era una enana no comía absolutamente ¡nada! para desesperación de mis pobres padres. Pero allí estaba siempre mi abuela con sus increíbles recetas, y ésta era una de las pocas que yo comía, mal, fatal, pero algo comía. Como cualquier niño mal comedor, si estaba entretenida era mas fácil engañarme. De modo que mis pobres padres y mi santa abuela, me hacían el tupper para llevármelo a la playa, y allí corrían detrás mía, de un lado para el otro con el tenedor, por toda la playa, para que la niña de las narices comiera un poco de los famosos macarrones de la playa. Todavía a día de hoy todos mis tíos cuando me ven comer tan bien actualmente, me recuerdan el suplicio que era darme de comer.
Por otro lado os contaré que tengo pasión por Italia que es una delicia de país y tiene una cultura gastronómica que me vuelve loca, y por ello le he hecho una pequeña modificación, para que sea la receta mas parecida a la tradicional italiana y le he puesto zanahoria que por lo que yo recuerdo, mi abuela no se la ponía. Es una receta facilísima de hacer y que queda realmente rica.
Salsa os saldrá para 4 personas facilmente y la pasta, yo pongo aproximadamente unos 150 gr por persona.
Ingredientes para la pasta boloñesa:
1 cebolla
2 o 3 zanahorias
500 gr de carne picada
100-150 ml de vino blanco
Sal y pimienta
Tomate frito (como siempre os enlazo la receta del casero, que se tarda poquísimo en hacer, y se nota la diferencia bastante en el sabor)
Hélices de pasta (yo uso éstas porque son las que ponía mi abuela, pero lo podéis hacer la clase de pasta que mas os guste y el peso según cuántos seáis para comer)
Queso rallado (Podéis utilizarlo sin lactosa si sois intolerantes).
Aceite de oliva virgen
Preparación de la pasta boloñesa:
Lo primero es decidiros por tomate frito de brick o casero, os recomiendo que lo hagáis casero, en este caso empezad por aquí. Seguid los pasos de la receta que os enlazo y tendréis una salsa de tomate frito casero, realmente increíble.
Lavar, pelar y picar la cebolla y la zanahoria (yo la pongo en cuadritos) y salpimentar la carne al gusto.
Mientras hacéis la salsa podéis ir poniendo una olla con agua salada a hervir y cocer la pasta el tiempo que os aconsejan en el paquete suelen poner dos tiempos con una diferencia de 2 minutos entre ellos, yo siempre pongo el mínimo porque me gusta al dente y según los italianos así debe ser.
En una sartén con fondo, ponemos un chorro de aceite de oliva virgen y empezáis pochando la cebolla a fuego medio, cuando empiece a ponerse transparente, le añadimos los cuadritos de zanahoria y dejamos que se sofría un poco con la cebolla, hasta que comience a ablandarse.
En este momento introducimos la carne picada salpimentada y vamos sofriendola con la verdura poco a poco y moviendo, para que se deshaga bien.
Cuando haya tomado color y veamos que se está haciendo y que está bien desmigajada, le añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore y mezcle bien con la carne moviendo de vez en cuando. En el momento que esté el vino evaporado, le añadimos la salsa de tomate y dejamos que cueza con la carne y la verdura unos 10-15 minutos más para que termine de hacerse, se mezclen bien los sabores y coja la textura adecuada.
El vino blanco
Pochar cebolla
Introducir zanahoria
Introducir carne picada
Terminando de sofreir
Añadiendo tomate frito casero
Ponedle queso rallado por encima para terminar de darle el gusto y el toque italiano.
Y por fin podremos disfrutar de una receta de pasta boloñesa de tradición italiana, buenísima, muy facilita de hacer y que a parte de a los mayores, suele gustar muchísimo a los más pequeños.
Espero que la disfrutéis y os traiga un poquito del aroma de la bella Italia a vuestras cocinas.
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