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No podía faltar en nuestro especial este maravilloso pastel de manzana americano, símbolo nacional para los estadounidenses, seguro que habéis visto esta tarta un montón de veces en pelis y series americanas.
Llevaba con ganas de hacerla desde que en septiembre estuve en un curso de decoración de cupcakes y nos hablaron de un especial americano que harían ese mismo sábado en el que la estrella del curso sería esta tarta. No pude ir al curso pero me prometí una tarta de manzana americana en cuanto tuviese un poco más de mano con las masas… Hace pocos días y tras haber hecho la NY Cheesecake me dije: ¡Ha llegado la hora!
Es más fácil de lo que pueda parecer, aunque es laboriosa y para hacer con tranquilidad y tiempo, pero merece mucho la pena… y queda taaaan bonita!
Ahí va la receta:
Ingredientes para el pastel de manzana americano:
Para el relleno:
- 1 kg de manzanas verdes
- 100 gr de azúcar
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharada de azúcar moreno
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 cucharada de extracto de vainilla (esto es completamente opcional, a mí es que es un ingrediente que me parece que pega con todo).
- 1 huevo para pintar
- Azúcar para decorar
Para la masa:
- 400 gr de harina de trigo
- 250 gr de margarina
- 1 cucharada de azúcar moreno
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de agua fría (de la nevera)
Preparación:
De la masa:
Mezclamos la harina con el azúcar y la sal. Incorporamos la margarina y mezclamos muy bien hasta tener una masa manejable y completamente integrada. Hay que pringarse bien para conseguirlo.
Cuando tengamos una bola de masa uniforme echamos 3 cucharadas de agua de la nevera, la masa volverá a ser un poco pegajosa, hora de pasarla a otra superficie espolvoreada con harina y seguir amasando más tiempo hasta que la masa vuelve a ser manejable.
Separad la masa en dos pedazos para amasar mejor, es más fácil, y luego la volvéis a unir, amasáis un poco más y hacéis un bola grande. Partid la bola por la mitad y guardad una de las mitades en la nevera mientras trabajamos la otra mitad.
Empezamos a estirarla primero con las manos y luego con un rodillo hasta que tengamos una base lo suficientemente grande como para forrar el recipiente que vayáis a utilizar. Con cuidado, colocáis la masa encima del molde, que previamente habremos engrasado con margarina o spray desmoldante si tenéis, y la vamos colocando bien sobre el fondo con cuidado de no deformarla.
Sobrará un poco de masa por los lados, no la recortéis de momento para luego tener un poco para cerrar la tapa del pastel. Cuando terminemos la pasamos a la nevera y ponemos el horno a precalantar a 210ºC (220ºC si no es de convección).
Pincha en las imágenes para ampliar.
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Amasando
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Estirando la mesa
Del relleno:
En un bol mezclamos todos los ingredientes secos y el extracto de vainilla y reservamos. Pelamos y quitamos el corazón a todas las manzanas y las partimos en gajos. Las mezclamos en el bol con el resto de los ingredientes impregnándolas bien y las reservamos también en la nevera.
Pincha en las imágenes para ampliar.
Montaje y decoración:
Sacamos la masa que habíamos reservado al principio, la estiramos bien y cortamos en tiras. Tenemos que intercalar todas las tiras poco a poco, en las fotos podéis verlo en detalle, hacedlo despacito y os saldrá bien seguro.
Si el entramado os resulta difícil también podéis estirarla del todo y taparla, y podéis hacer alguna decoración con un cortador de galletas. Yo tenía muchas ganas de probar el entramado y os aseguro que no es tan difícil como parece.
Sacamos el molde forrado de la nevera y lo rellenamos con las manzanas. Encima de ellas ponemos unos pedacitos finos de margarina bien repartidos y por último y con cuidado, tapamos el pastel con la decoración que hayamos hecho.
Pintamos con huevo batido y espolvoreamos con azúcar.
Horneamos la tarta de manzana durante 10 minutos a la temperatura que tenemos preparada, bajamos a 170ºC y horneamos 40 minutos más. Estad muy atentos porque depende de cada horno se puede empezar a tostar muy rápido, si esto ocurre tapad el pastel con papel de horno o papel albal.
Cuando termine el horno dejad que temple un poco y a comer! Se sirve templada, no es una tarta de nevera, y podéis acompañarla con helado de vainilla para terminar de cumplir con la tradición de este exquisito pastel americano.
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Recién salida del horno
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El primer pedacito… Riquísimo
Podéis ver las recetas anteriores del especial pinchando en los siguientes enlaces y si no te quieres perder las recetas y tenerlas todas juntitas suscríbete al newsletter y mañana recibirás un resumen estupendo.
Ayer arrancamos el especial gastronomía americana con el pollo estilo Kentucky y hoy os presento a la estrella de mis recetas, la única que hasta hoy ha hecho que nos pongamos enfermos por comer demasiado: Mi New York Cheesecake
Es la tarta de queso del blog La receta de la felicidad con las adaptaciones necesarias para que sea sin lactosa, mi toque especial, y muchas muchas galletas para cubrir mi desmedida adoración a la base de galletas de cualquier tarta… Me como toda la tarta pero siempre me dejo un poquito de base para el final, pequeños placeres de esta vida… ays quiero base de galletas…
Dedicada a mi cuñado Sergio, mi compañero de tartas de queso en todas las comidas familiares. Vamos como gourmets especialistas catadores de tartas decidiendo si la tarta de queso es «de las nuestras» o no… Pues ésta, es muy de las nuestras y espero que de las vuestras también.
Ingredientes para el New York Cheesecake:
Para el relleno de queso:
- 4 tarrinas de queso crema sin lactosa lactofree
- 100 ml de leche condensada*
- 200 gr de azúcar moreno
- 3 huevos
- 3 cucharadas soperas de harina de repostería**
- 1 cucharada de extracto de vainilla
Aclaraciones:
* Esto dependerá del nivel de intolerancia a la lactosa que tengáis, si es muy alto, obviad este ingrediente. Es muy poca cantidad y no tiene mucha lactosa, a mi chico no le sienta mal y es bastante intolerante, pero tenedlo en cuenta. Podéis sustituirlo por un yogur natural sin lactosa.
** Es un harina especial que lleva levadura incorporada, la venden en casi todos los supermercados grandes.
Para la base:
- 1 paquete y medio de galletas 300gr *
- 200 gr de margarina
Aclaraciones:
* Yo uso las galletas hojaldradas de Cuétara que no tienen lactosa
Para la decoración con frambuesa:
- 250 gr de frambuesas
- 1 hoja de gelatina *
- 3 cucharadas de azúcar moreno.
Aclaraciones:
* Si hay algún vegetariano como yo, leed bien los ingredientes de la gelatina, porque casi todas llevan alimentos de origen animal.
Preparación:
De la base:
Picamos las galletas con la picadora si tenemos, y con paciencia si no, y derretimos la margarina en el microondas. Lo mezclamos todo hasta que quede una masa homogénea.
Preparamos un molde desmontable de unos 22cm con spray desmoldante* o bien untado de margarina si no tenéis y repartimos la mezcla en la base. Reservamos en la nevera.
Aclaraciones:
* El spray desmoldante se compra en las tiendas de repostería, cuesta unos 9 – 10€ pero vale para muchísimos usos, es mágico, de verdad, le das la vuelta al bizcocho y sale solo. Os recomiendo que tengáis un bote en casa porque por el precio merece mucho la pena.
Del relleno de queso:
Precalentamos el horno a 180ºC si es de convección y 190 – 200ºC si es normal.
Batimos el queso en el vaso de mezclar con las varillas, primero solo, y cuando esté cremoso añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que esté bien integrado. Añadimos la leche condensada y mezclamos bien. Incorporamos los huevos uno a uno y seguimos mezclando, ponemos el extracto de vainilla y por último la harina que previamente habremos tamizado.
Ponemos la mezcla de queso sobre la base de galletas y horneamos 10 minutos. A continuación bajamos el termostato a la mitad y horneamos media hora más. No queda sólido y si pinchas sale manchado, no pasa nada, al enfriar se solidifica. Cuando enfríe por completo a temperatura ambiente pasadla a nevera al menos 3 horas.
De la decoración de frambuesa:
Aquí podéis ser vagos y decorar el New York Cheesecake con vuestra mermelada preferida, o incluso no poner nada, en mi familia a algunas personas les gusta la tarta de queso neta.
Si optáis por hacer la decoración a mano tendréis que hacer lo siguiente:
Poned a calentar en un cazo las frambuesas con el azúcar y un par de cucharadas de agua (reservad si queréis unas pocas para utilizarlas enteras encima de la tarta). Removed constantemente para que no se quemen y trituradlas con la cuchara. Mientras, vais hidratando durante unos 5 – 10 minutos la gelatina en un vaso de agua.
A mí no me gusta encontrarme pepitas, así que pasé la mezcla por un colador, por último incorporamos la hoja de gelatina, mezclamos para que quede uniforme y dejamos templar.
Cuando vuestro New York Cheesecake esté templado ponedle las frambuesas por encima y a la nevera unas horitas.
Gracias a todos los que nos seguís cada día, estamos encantadas con la acogida del blog y esperamos seguir sorprendiéndoos. Os invitamos a que nos mandéis vuestras recetas especiales para hacerlas o a que nos enviéis fotos de vuestras versiones de las nuestras.
La receta que os enseño a continuación es de una de nuestras lectoras, Begoña, con algún pequeño ajuste personal.
A nosotras nos ha encantado!! Mi hermana y yo lo hemos pasado muy bien preparándolas.
Ingredientes para las nubes de algodón caseras:
Para 36 – 40 nubes.
- 250ml de agua
- 3 hojas de gelatina neutra
- 1 sobre de gelatina de fresa para cuatro raciones (o el sabor y color que os apetezca)
- 150gr de azúcar
- Azúcar glass para decorar
Preparación:
Ponemos todos los ingredientes a calentar en un cazo hasta que esté a punto de empezar a hervir y retiramos del fuego. Colamos la mezcla para que no quede ningún residuo.
Pasamos la mezcla caliente al vaso de batir y batimos a la velocidad mínima hasta que la mezcla empiece a espumar, cuando haga burbujas en la superficie subimos la velocidad al máximo y batimos durante aproximadamente 15 minutos. La textura tiene que ser la misma que cuando montamos nata, coger la mezcla con una cuchara y que al girar ésta no se caiga.
Repartimos la mezcla en 3 cubiteras (12 unidades por cubitera) que previamente habremos impregnado muy bien con spray desmoldante. Nuestra lectora recomendaba también hacerlo en una bandeja forrada de papel film y después cortar las unidades. En las cubiteras nos han quedado genial, pero si no tenéis spray desmoldante mejor hacerlo como propone Begoña.
Metemos las cubiteras en la nevera durante un par de horas, desmoldamos, las rebozamos en azucar glass y a disfrutar como niños de nuestras chuches caseras!!
Otra idea:
Probad a meter las nubes de algodón caseras en moldes de cubiteras originales, de animales, haced las mezclas de varios colores, pueden quedar realmente divertidas. Si os animáis, mandadnos fotos!
Y tras el potaje de vigilia, cerramos el especial Semana Santa como no puede ser de otra manera, con torrijas sin lactosa. Si quieres sorprender a los tuyos con algo más chic, no te pierdas los cupcakes de torrijas.
Las torrijas sin lactosa son bastante sencillas de hacer y están riquísimas, lo único necesario para que salgan buenas es tiempo y ganas, porque tienen un tiempo de preparación de aproximadamente un par de horas entre unas cosas y otras.
Comed muchas esta Semana Santa, descansad y divertíos, nos vemos a la vuelta. ¡Felices vacaciones!
Ingredientes para las torrijas sin lactosa:
- 1 barra de pan para torrijas (La mía es de 400gr).
- 750ml de leche sin lactosa
- 1 naranja
- 1 limón
- 100 gr de azúcar moreno
- 4 huevos
- 2 – 3 ramas de canela según gusto
- Miel, azúcar y canela en polvo al gusto para decorar
Preparación:
Ponemos a hervir la leche con el azúcar, la corteza del limón y la mitad de la corteza de la naranja. Cuando esté a punto de ponerse a hervir retiramos del fuego y echamos la canela en rama. Yo he echado 3 ramas, si os gusta con un sabor más suave podéis echar dos o incluso una. Dejamos que enfríe por completo, un paso muy importante para que las torrijas no se deshagan al freírlas.
Mientras enfría la lecha hacemos las rebanadas de pan. Yo he comprado un pan de torrijas pero podéis hacerlas con pan de molde, con pan del día anterior, lo que queráis, van a estar igual de buenas. A mí me han salido 12 rebanadas de aproximadamente 2cm cada una.
Batimos los huevos para rebozar y cuando la leche haya enfriado por completo estamos listos para empezar a freir. Las torrijas tienen que pasarse por los dos lados por la leche, luego por el huevo y luego se fríen con el aceite caliente pero vigilando que no se quemen. Un truco de mi abuela para evitar que sepan a aceite es freir la mitad de corteza de naranja que nos queda antes de empezar a freir torrijas.
Cuando terminéis de freirlas dejadlas escurrir bien en papel de cocina y ya podéis ponerles por encima lo que os apetezca, miel, azúcar, canela, todo a la vez…
Nos vamos de vacaciones… ¡Nos vemos en unos días con recetas nuevas!